Rhiana fue encontrada una noche, habia sido abandonada de pequeña en el cantero de un edificio vecino. Estaba jugando con una niña pero luego esta entro al edificio y la gatita se sento en el suelo con la cabeza gacha, como si quisiera expresar su desazon por lo que decidimos entrarla.
Pasaron los meses y su condicion fisica mejoro notablemente pero su caracter era muy agresivo. No se la podia tocar sin que gritase y atacase por lo que no se pudo encontrar una familia para ella ya que al ver su actitud, los posibles adoptantes declinaban.
Se le ofreció Reiki y si bien al principio le costo relajarse, pronto se abrio a la experiencia. En medio de la sesión, senti una fuerte sensacion de miedo y se formo en mi mente la palabra "abandono". Era la primera vez que recibia una comunicacion tan clara durante una sesion. Mentalmente le explique que no tenia por que temer, que nadie la iba a volver a abandonar ya que esta era ahora su casa y su familia. Me miro intensamente y se quedo dormida por el resto del tratamiento. Poco a poco y con sesiones frecuentes, Rhiana fue perdiendo el miedo y comenzo a dejarse a acariciar. Incluso comenzo a buscar afecto subiendose a la falda.
Con Rhiana aprendi que la comunicacion con los animales es real y que puede ayudarlos a liberarse emocionalmente.
Pasaron los meses y su condicion fisica mejoro notablemente pero su caracter era muy agresivo. No se la podia tocar sin que gritase y atacase por lo que no se pudo encontrar una familia para ella ya que al ver su actitud, los posibles adoptantes declinaban.
Se le ofreció Reiki y si bien al principio le costo relajarse, pronto se abrio a la experiencia. En medio de la sesión, senti una fuerte sensacion de miedo y se formo en mi mente la palabra "abandono". Era la primera vez que recibia una comunicacion tan clara durante una sesion. Mentalmente le explique que no tenia por que temer, que nadie la iba a volver a abandonar ya que esta era ahora su casa y su familia. Me miro intensamente y se quedo dormida por el resto del tratamiento. Poco a poco y con sesiones frecuentes, Rhiana fue perdiendo el miedo y comenzo a dejarse a acariciar. Incluso comenzo a buscar afecto subiendose a la falda.
Con Rhiana aprendi que la comunicacion con los animales es real y que puede ayudarlos a liberarse emocionalmente.